La mayoría de todas las personas que han decidido tomar el camino de la música, alguna vez han sido víctimas o motivos de burlas para otras personas, comenzando con el famoso dicho de que “la música no da para comer”.
En caso de que quieras escuchar el artículo: https://youtu.be/5rS_Y6gPVEc
Ahora antes de seguir con el artículo es importante hacer una pausa y leer los siguientes párrafos referenciales:
Por: Wikipedia
“Difamación es el acto de comunicar una acusación hacia otra persona que puede causar un daño en el honor, dignidad o reputación de quien se acusa, siempre que no esté fundamentada en pruebas fehacientes. Si el material ofensivo es publicado en una forma más duradera, por ejemplo en documentos, películas, discos compactos y otros por el estilo, entonces es considerado un libelo.”
Enlace referencial: https://es.wikipedia.org/wiki/Difamación
Por: Ana Escamilla
“La burla o la crítica nacen de la frustración interna y por eso intentamos descalificar al otro. Para empezar, hay que tener muy claro que el problema no es de la persona que es víctima de una burla sino de la persona que emite la burla. Es importante entender cuáles o son los motivos por los que una persona cae en la necesidad de burlarse de alguien y puede ser por tres motivos:
1) Porque proyectan toda su frustración y/o resentimiento en lo que ven.
2) Porque de esa forma pueden sentirse superiores. (En el fondo se saben inferiores)
3) Para hacerse los graciosos y/o llamar la atención.”
Enlace referencial: https://www.anaescamilla.com.mx/el-espacio-de-ana/la-burla/
Ahora que aclaramos estos puntos en necesario saber lo siguiente como los músicos que ya son, desde el primer día en que decidimos trabajar para poder comprar nuestro primer instrumento, (como lo nombramos en el siguiente artículo https://bit.ly/2ZGIhEl) ya comenzamos a escuchar la burla por parte de algunas personas que nos rodean, afirmando básicamente que “¿para qué vas a comprar un instrumento que nunca vas a poder aprender a tocar?”.
Luego cuando lo compramos pasamos a la otra etapa que es “Qué instrumento tan feo, ¿no pudiste comprar uno de mejor calidad?”, posterior a esto, “haces un ruido horrible, ¿Cuándo vas a dejar eso y dedicarte a algo que valga la pena?”, y así sucesivamente en cada etapa de los músicos como por ejemplo “que presentación tan horrible tuviste, ¿no pudiste contratar un mejor sonido?”, “¿no puedes tener un mejor instrumento?”, “Qué grabación de tan mala calidad”, “Qué horrible cantas”, “Qué mal tocas el instrumento dedícate a otra cosa”, etc.
Muchas veces las personas que hacen este tipo de comentarios tienen la necesidad de sentirse superiores de los demás, y no tienen ni la más mínima idea de todo el esfuerzo aplicado desde la adquisición del primer instrumento, hasta la grabación de la primera canción, pero es necesario recordarles a los músicos que ya por el simple hecho de ser músicos ya son personas exitosas, porque ya han superado una serie de etapas que son muy difíciles para la persona que vive con esta necesidad de crear música, ya que tan solo el hecho de tener una canción grabada, representa años de esfuerzo y sacrificio que valieron cada noche en vela, trabajando, practicando, estudiando, evolucionando, creciendo. Todo esto de manera disciplinada y constante, en otras palabras cada etapa superada ya es un éxito total.
La disciplina y la constancia en la música siempre tienen que estar presente, y todo esto con las ganas y el interés de seguir creciendo y aprendiendo constantemente, sin importar cuantas burlas y difamación recibimos de manera constante, ya que en la historia quedan marcadas cada canción y presentación que se haga, pero jamás cualquier clase de difamación que realicen las personas que dedican su vida a destruir, cuando otros tratan de construir.
Y hablando de construir, crear, establecer, fundar algo desde cero es horriblemente difícil, pero no imposible. En cambio criticar, o corregir es lo más fácil del mundo, cualquier persona sin estudio lo puede hacer. Lo más importante es seguir desarrollando esa música interna que todos llevamos en nuestro espíritu y compartirla con el mundo por cualquier medio, buscando siempre la felicidad interna y la excelencia en todo lo que hacemos superando exitosamente cada problema que se presente en el camino, para poder seguir dando el ejemplo a nosotros mismos, a nuestro entorno, a nuestros familiares, nuestros compañeros y también para las futuras generaciones.
No olviden que cada músico tiene una luz propia, tiene su propio camino, su propio sonido, su propio sueño, no es necesario que se comparen con otros, ya que cada persona tiene su propio ritmo de aprendizaje, y no todos tienen los mismos recursos. A seguir adelante y a seguir creciendo.
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